Cualquier diagnóstico no exhaustivo de la educación superior en México, puede constatar fácilmente las siguientes problemáticas que a su vez traban y han trabado su adecuado desarrollo:
1. No obstante el interés de la SEP y la ANUIES, por dotar a las IES de un proceso estratégico de planeación (PRONAES, PROIDES, FOMES, SUPERA, PROMEP, etc.), los resultados han sido magros, aislados y han resultado poco viables.



1. No obstante el interés de la SEP y la ANUIES, por dotar a las IES de un proceso estratégico de planeación (PRONAES, PROIDES, FOMES, SUPERA, PROMEP, etc.), los resultados han sido magros, aislados y han resultado poco viables.
2. Mientras los países desarrollados cuentan con un promedio de gasto por alumno de este nivel, superior a los $ 3,000.00 US, México no ha llegado a los $ 600.00 US. En tanto que el presupuesto destinado a la educación superior como porcentaje del PIB, es arriba del 2% en los países como Estados Unidos y Canadá, en México no rebasa el.50%.


3. La gran mayoría de las IES públicas en México, cuentan con una desproporcionada y creciente planta de profesores por asignatura, mal pagados y por lo tanto incapacitados para atender la formación de los futuros profesionistas. También se carece en las instituciones públicas y privadas de un organismo nacional de capacitación y formación del docente universitario, capaz de asegurar la calidad y pertinencia de su competencia en este nivel.
4. Existe una grave concentración y centralización de la oferta de educación superior en ciertas instituciones (UNAM, UAM, IPN, etc.), de algunas ciudades y de la población urbana en detrimento de la rural.
5. Existe un marcado desequilibrio entre la matrícula de las carreras económico-administrativas (ciencias sociales), sobre las carreras científico-técnicas, que de no revertirse en el corto plazo, inutilizan el esfuerzo educativo en este nivel.
6. Es conveniente acotar la autonomía universitaria tanto pública como privada, a un interés estratégico nacional sobre los objetivos y pertinencia nacional de la educación superior en México.
7. En el mismo sentido, despolitizar las relaciones educativas con base en resultados de procesos y productos educativos tangibles y concretos (libros, investigación pura y aplicada, número de inventos, investigaciones de frontera, aplicación e instrumentación industriales, etc.). Impedir que tanto en las universidades públicas como privadas se utilicen rectorías o puestos académicos-administrativos, como palancas para realizar actividades políticas de cualquier signo y orientación.

8. Exhaustiva revisión de los planes y programas de todos los niveles educativos, fortalecimiento de las áreas de matemáticas y técnicas instrumentales, privilegiando la experimentación y la investigación aplicada, en todos los niveles. Excluir el pase automático de cualquier institución e instrumentar un examen global de conocimientos para acceder a la educación superior en México.
1 comentario:
no cabe duda, es desalentador el panorama de la educación superior en nuestro país, pero nosotros como educadores debemos reflexionar sobre nuestras prácticas pedagógicas para contribuir a una mejora. Buen trabajo!!!
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